La micropigmentación de cejas, conocida también como técnica de polvo para cejas, es actualmente el método más popular y natural para el delineado de cejas. Este procedimiento consiste en un sombreado permanente.
Para realizar el sombreado de cejas, utilizamos una aguja especial que inyecta pigmento en la piel, creando una sombra ligera en el color natural del vello de las cejas. Este pigmento se deposita de manera superficial, justo debajo de la primera capa de piel, entre la epidermis y la dermis. En términos simples, la profundidad a la que llega el pigmento es comparable a la de un rasguño.
Antes de comenzar el tratamiento, se aplica un anestésico local en la piel, garantizando que el procedimiento sea completamente indoloro. Si eres especialmente sensible, no te preocupes, ya que se puede reaplicar el anestésico tantas veces como sea necesario durante el tratamiento.
Dependiendo del tipo de piel, el sangrado es mínimo o inexistente, y si el profesional sigue todas las normas adecuadas, no habrá consecuencias ni cicatrices. El resultado final son unas cejas sutiles, sin líneas duras ni contornos marcados, con un gradiente de color que va de un tono más claro en la base a uno más oscuro en la punta o "cola" de la ceja. A diferencia de otros tratamientos de cejas, el polvo para cejas no alterará el color del pigmento a verde, rojo o morado, sino que se desvanecerá ligeramente con el tiempo debido a factores externos y al estilo de vida.
La durabilidad del efecto del polvo para cejas varía según el tipo y condición de la piel, así como del cuidado posterior. En pieles grasas, el pigmento puede durar hasta un año antes de necesitar una corrección a petición del cliente. En pieles maduras y secas, la estabilidad del pigmento puede durar hasta tres años, mientras que en pieles jóvenes (20-30 años), el pigmento permanece estable durante 1,5 a 2 años.