Masaje facial kobido: ¿qué es y cuáles son sus beneficios?
¿Qué es el masaje kobido?
Conocido masaje japonés, kobido significa "antiguo camino de la belleza". Consiste en una serie fluctuaciones entre movimientos rápidos y lentos para mejorar la circulación más profunda de la cara, el cuello, los hombros y la parte superior del pecho.
Para realizar un masaje facial se deben aplicar maniobras de masaje muy activas, lentas y rápidas, con maniobras drenantes y de digito presión.
Un poco de historia
Se cree que esta técnica nació en el Japón guerrero. Según la creencia, los samuráis se realizaban masajes en el rostro para calmar la mente después de las batallas y potenciar su fuerza interior.
Con el tiempo, una emperatriz notaría que estos masajes producían una apariencia luminosa y que también calmaban los dolores de cabeza. Tal emperatriz trajo consigo esta idea a su palacio y de allí se popularizaría entre los miembros de la realeza.
Según Arturo Valenzuela, director de Shiatsu Yasuragi, "aunque esta historia no está del todo comprobada, el kobido sigue siendo conocido como el masaje de las emperatrices”.
¿Qué beneficios nos brinda este tipo de masajes?
- Frenar el envejecimiento.
- Mejorar la oxigenación, el drenaje, la circulación sanguínea y la nutrición de las células de la piel.
- Reafirmar la piel mediante la activación de la producción de colágeno.
- Relajar la musculatura facial profunda.
- Combatir el estrés.
- Aliviar las migrañas y los dolores de cabeza.
- Evitar la rigidez facial.
- Disminuir algunos problemas en el sistema digestivo como el estreñimiento.
- Reducir los efectos del bruxismo.
- Favorecer la vista, debido al estímulo que reciben las zonas cercanas a los ojos.
Efecto lifting
El masaje kobido a menudo es llamado “lifting sin cortar”, ya que produce un efecto de estiramiento en el rostro, teniendo resultados cada vez más visibles a mediado que se continúan las sesiones.
El kobido posee un efecto rejuvenecedor, el cual, según los especialistas, se puede observar desde la primera sesión con la elevación y la firmeza de la piel, y se potencia a medio y largo plazo. Como resultado se obtiene un semblante más sereno.
Las cuatro fases
Si bien cada institución cuenta con su propia forma de realizar este masaje, con el fin de conocer más acerca de esta práctica, podemos hablar de la técnica que lleva a cabo Valenzuela. El masaje realizado por su instituto cuenta con cuatro fases que comienzan con un "trabajo en las vértebras cervicales, que suaviza la musculatura y facilita la circulación hacia la zona superior del cuerpo". El masaje, en su totalidad, tiene una duración de 50 minutos y las fases son las siguientes:
▪️ Limpieza y drenaje.
A modo de inicio, el masajista comienza una corta sesión de shiatsu (tratamiento japonés que consiste en presionar con los dedos algunas partes del cuerpo) en la cara para preparar las zonas que se trabajaran. A continuación, se inicia con el drenaje: se presiona la piel y se arrastra hasta puntos determinados para eliminar las toxinas.
▪️ Estiramiento e iluminación.
Durante esta etapa, se aplican productos no cosméticos (por ej.: aceite de semillas de uva) para facilitar los movimientos que provoquen fricción y deslizamiento. Esto, según Valenzuela, ayuda a elevar la piel del rostro y devolverle su luminosidad. El estiramiento es el factor clave contra las arrugas y las bolsas que se generan debajo de los ojos, ya que las disimula.
▪️ Lifting japonés.
Esta fase ocurre cuando los movimientos aumentan la velocidad, pero sin llegar a producir dolor. “El masaje se hace a toda velocidad, pero con cariño. Si una persona siente tras una sesión como si le hubieran dado una paliza es porque su terapeuta no sabe lo que está haciendo. Esto no debe causar dolor”.
La variación de la velocidad de los movimientos activa la circulación, destruye las células muertas y promueve la producción de elastina y colágeno. Como si de una máquina se tratase, las manos trabajan sin producir una presión excesiva, lo que oxigena y suaviza los surcos.
▪️El final combate estrés.
El masaje finaliza con un regreso al shiatsu. Sin embargo, esta vez se presionan los puntos de acupuntura que sirven para combatir el estrés. En esta etapa, si el paciente cuenta con una dolencia capaz de curarse a través del kobido, como un dolor en el cuello provocado por una tensión acumulada, el masajista deberá concentrarse en la zona requerida. El objetivo deseado es mejorar la imagen y beneficiar la salud al mismo tiempo.
Como realizar un automasaje kobido
La profesora de fitness, especialista en yoga e impulsora de Yoga Brunch, Amalia Panea, da los siguientes 10 pasos para un automasaje.
- Comenzar con movimientos ascendentes con los dorsos de las manos desde la base del cuello evitando las glándulas tiroides. Hacer repeticiones de 10 a 15 veces.
- Desde el mentón hasta la mandíbula, deslizar los dedos índice y corazón. Hacerlo de 10 a 15 veces.
- Masajear desde el centro los labios hacia afuera con las yemas de los dedos índice y corazón. Repetir de 10 a 15 veces.
- Suavemente, seguir el surco naso geniano con el dedo corazón hasta el párpado y mantener una ligera presión. Hazlo 10 veces.
- Seguir el contorno del ojo con el dedo corazón mientras se mantiene una suave presión al subir. Bajar ligeramente y repetir 10 veces.
- Alisar las patas de gallo utilizando los dedos índices. Repetir 10 veces en cada lado.
- En la zona del entrecejo, hacer un movimiento de zigzag. Repítelo las veces que quieras.
- Juntar los dedos y alisar la frente de abajo hacia arriba y hacia afuera. Hacer las veces que se quiera.
- Con las manos en forma de garra, "abrir" la cara de abajo a arriba y de dentro hacia afuera utilizando las yemas de los dedos.
- Por último, ahuecar las manos y posicionarlas sobre los ojos. Respirar profunda y conscientemente a través de la nariz para oxigenar la piel.
¡Cuidado!
Si perteneces a alguno de estos grupos, este masaje no es recomendable:
- Personas con alguna alergia o erupción en la piel.
- Personas de piel sensible o muy grasa.
- Personas con cáncer.
¿Cuándo se observan los resultados?
Con una sesión se es capaz de conseguir una piel luminosa, descansada y reafirmada. Sin embargo, para que los resultados prevalezcan, es necesario realizar más sesiones (una a la semana es lo recomendado).
Se recomienda, además, tomar un vaso de agua o infusión relajante terminada la sesión, que el resto del día sea calmado para mantener la relajación, mantener una dieta equilibrada y evitar el tabaco.